Un "stealer" (o "credential stealer") es un tipo de malware diseñado específicamente para robar información de credenciales y contraseñas almacenadas en un sistema infectado. Estos programas maliciosos suelen apuntar a datos de inicio de sesión de aplicaciones y servicios, como nombres de usuario y contraseñas de cuentas de correo electrónico, plataformas de redes sociales, servicios bancarios en línea, entre otros.

El modus operandi de un stealer implica generalmente el robo silencioso de la información almacenada en el sistema afectado y su posterior envío a un servidor controlado por los atacantes. Estos datos robados pueden ser utilizados para llevar a cabo actividades fraudulentas, como acceso no autorizado a cuentas en línea, robo de identidad, fraudes financieros y otros tipos de ciberdelitos.

Los stealers a menudo se distribuyen a través de técnicas como el phishing, descargas maliciosas, archivos adjuntos de correo electrónico maliciosos u otros vectores de ataque. La detección y prevención de este tipo de malware requiere medidas de seguridad robustas, como el uso de software antivirus y antimalware, prácticas de seguridad cibernética sólidas y la concienciación de los usuarios para evitar caer en trampas que puedan llevar a la instalación de estos programas maliciosos.

Mitigaciones

En el vertiginoso paisaje digital actual, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para salvaguardar la integridad y la confidencialidad de la información. Ante la constante evolución de amenazas, es esencial implementar estrategias proactivas que fortalezcan la resiliencia de las organizaciones. En este contexto, el MITRE ATT&CK Framework ofrece un conjunto valioso de mitigaciones que actúan como barreras estratégicas contra posibles ataques de Troyanos. Estas medidas, detalladas a continuación, abordan diversas facetas de la seguridad informática, desde la gestión de cuentas hasta la prevención de comportamientos maliciosos en los endpoints. Esta introducción sirve como punto de partida para comprender y aplicar efectivamente estas mitigaciones, creando un escudo robusto contra las amenazas digitales en constante evolución.